Acostumbro a definirme como historiador tardío y escritor casi póstumo, y es que mi primera obra no vio la luz hasta que mediaba yo la cuarentena. Pero esto no quiere decir que mi afición por la historia sea nueva, todo lo contrario. Siendo un chaval ya recorría con otros amigos los viñedos de Requena recogiendo los trozos de cerámica que los arados sacaban a la luz, y soñando con lo que quedaría enterrado bajo nuestros pies.
Años más tarde tuve la ocasión de conocer de primera mano qué era exactamente lo que esas tierras escondían en sus entrañas, al participar en diversas excavaciones arqueológicas de yacimientos ibéricos y romanos de la zona. Debo decir que para cualquier amante de la historia, pocas cosas se pueden comparar con el hecho de desenterrar una ciudad que fue abandonada hace más de 20 siglos, y encontrarla tal y como la dejaron sus aterrorizados habitantes cuando tuvieron que salir huyendo de la guerra: las herramientas esparcidas por el suelo, las ánforas de vino en la despensa y los pucheros en la lumbre. Tras disfrutar de aquella experiencia, quedé enganchado irremediablemente al mundo antiguo y sus gentes, y a partir de ese momento decidí que tenía que poner mi granito de arena para dar a conocer un mundo tan apasionante como poco conocido por el gran público.
Esta web y mis libros quieren ser una modesta contribución a la expansión del conocimiento sobre el mundo antiguo.
Benjamín Collado Hinarejos
Años más tarde tuve la ocasión de conocer de primera mano qué era exactamente lo que esas tierras escondían en sus entrañas, al participar en diversas excavaciones arqueológicas de yacimientos ibéricos y romanos de la zona. Debo decir que para cualquier amante de la historia, pocas cosas se pueden comparar con el hecho de desenterrar una ciudad que fue abandonada hace más de 20 siglos, y encontrarla tal y como la dejaron sus aterrorizados habitantes cuando tuvieron que salir huyendo de la guerra: las herramientas esparcidas por el suelo, las ánforas de vino en la despensa y los pucheros en la lumbre. Tras disfrutar de aquella experiencia, quedé enganchado irremediablemente al mundo antiguo y sus gentes, y a partir de ese momento decidí que tenía que poner mi granito de arena para dar a conocer un mundo tan apasionante como poco conocido por el gran público.
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Benjamín Collado Hinarejos
